Carta Abierta
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Carta Abierta


La Salud Ocupacional busca mantener el máximo estado de bienestar físico, mental y social de los trabajadores en todas las ocupaciones, protegerlos de los accidentes de trabajo y las enfermedades profesionales. En suma, adaptar el trabajo al hombre.” OMS/OIT


La salud ocupacional es multidisciplinaria, hay profesionales de área de salud: médicos, enfermeras, terapeutas, psicólogos, trabajadores sociales y profesionales enfocados en la parte ambiental pura como higienistas, técnicos y licenciados de salud ocupacional, ingenieros, químicos, otros.


Los médicos ocupacionales, que en su mayoría (95%) laboramos en la Caja de Seguro Social, brindamos a la población trabajadora servicios de atención y prevención en las empresas y en nuestra consulta, cumpliendo una serie de normativas nacionales e internacionales específicas y logrando la reinserción laboral en el mejor estado posible del paciente con enfermedad profesional o accidentado en su centro de trabajo, y se viene haciendo con calidad y eficiencia por más de 40 años aportando al Programa de Riesgos Profesionales y Salud Ocupacional. En el sector privado la atención la prestan médicos preparados en salud ocupacional pues en Panamá esa es la oferta académica que ha habido en los últimos años.


Desde hace 6 años AMOP ha mostrado genuino interés en el desarrollo de la salud ocupacional en Panamá, como se puede verificar en diferentes actividades de capacitación y reuniones con autoridades intentando regular la práctica en el país.


Resulta lamentable que profesionales que ahora que han alcanzado edad de jubilación, súbitamente pretendan hacer creer que tienen un interés genuino en mejorar la calidad en salud ocupacional; cuando durante toda su trayectoria escaso aporte han hecho al desarrollo de este eje transversal en la economía de un país: la salud del trabajador y ambientes laborales saludables; y por el contrario, han obstaculizado todo intento de evolución hacia la salud ocupacional del siglo 21.


Confiamos en que prontamente las autoridades de salud aclaren a la ciudadanía que las buenas prácticas se aplauden y la falta de ética se condena.

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